Entre hilos, agujas, tijeras y grabados, la Alta Consejería para los Derechos de las Víctimas, la Paz y la Reconciliación y el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación hicieron presencia con el MemoMóvil en la zona cultural de la Cumbre.
Su participación se dio a través de la exposición de diferentes proyectos llamados Oficios de la Memoria, por medio de los cuales sobrevivientes del conflicto armado han encontrado un lugar para comunicar, sanar y compartir las difíciles experiencias que les dejó la guerra.
Durante tres días, la Unión de Costureros, Cartongrafías y el Costurero Kilómetros de Vida y Memoria (cada uno un día), compartieron con los visitantes las historias narradas en sus telares y grabados, con el fin de mostrar que al hacer memoria con las manos es posible curar el alma.
Estos proyectos se han constituido no solo en un mecanismo para estrechar lazos y conocer experiencias comunes que giran en torno al conflicto armado colombiano. Hoy son emprendimientos que buscan dar a conocer sus trabajos manuales, con el fin de encontrar nuevas alternativas de financiación que les permitan tener una fuente de ingresos estables y recuperar la memoria de los millones de sobrevivientes de la guerra en las cinco décadas pasadas.