La flor nomeolvides será el símbolo con el cual se conmemorará el 9 de abril ¨Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas del Conflicto Armado¨. (Ver video: https://bit.ly/2GplQqK )
La Alcaldía Mayor de Bogotá desde la Alta Consejería para los Derechos de las Víctimas, la Paz y la Reconciliación, para la conmemoración este año tiene como propósito posicionar un símbolo poderoso que represente y reconozca a las víctimas del conflicto armado: la flor nomeolvides. Así como la flor de amapola en Reino Unido hace homenaje a los caídos de la primera guerra mundial, con la flor nomeolvides queremos que este 9 de abril, en el marco del Día nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas del Conflicto Armado, Bogotá, sus calles y los corazones de sus habitantes, se vistan con la flor de nomeolvides, para construir vínculos y lazos de solidaridad entre distintos sectores de la sociedad.
“Queremos reflejar a través de esta flor que crece en los terrenos más difíciles, que igualmente las víctimas del conflicto armado resurgen de la adversidad para construir nuevos comienzos”, afirmó Gustavo Quintero, alto consejero para las víctimas.
El Distrito invita a todos los ciudadanos de Bogotá y el país a portar esta flor para que se sensibilicen con quienes sufrieron la crueldad de la guerra y hoy son muestra de resiliencia en Colombia y el mundo. Durante el 9 de abril, la ciudadanía recibirá este símbolo que ha sido elaborado por víctimas del conflicto, jóvenes de IDIPRON y aliados de diversos sectores, quienes se han sumado a esta iniciativa.
Su significado
Con la flor de nomeolvides se busca que los sueños florezcan en donde trataron de ser cortados y que se convierta en un símbolo de la memoria, de las historias de vida y resistencia que tienen por contarnos las víctimas de la guerra. Sus pétalos son celestes, aunque en ocasiones se llena de tanto color, que toda ella se tiñe de morado. Su botón es amarillo con un pequeño punto negro en el corazón. Tiene cinco pétalos que duran pocos meses en su cuerpo antes de caerse para volver a crecer. Florece entre los matorrales y en el filo de los caminos; está en muchas partes, aunque resulte difícil de encontrarla. Es la flor de nomeolvides: símbolo de los amores eternos y de la memoria.