En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, víctimas y excombatientes del conflicto armado sostuvieron emotivo encuentro con la fotógrafa iraní Newsha Tavakolian; quien a través del lente ha capturado la guerra escondida tras los rostros de las personas.
El Centro de Memoria, Paz y Reconciliación fue el escenario donde mujeres protagonistas del conflicto interno en Colombia, se reunieron para compartir experiencias de vida. El rol que asumieron en el pasado o del que fueron víctimas, no fue obstáculo para coincidir en la necesidad de reconstruir el tejido social, buscando transformar el pasado en oportunidades para el futuro.
Durante el encuentro, la fotógrafa iraní compartió algunas imágenes de su reportaje “Guerrilla FARC de Colombia”, con las que muestra el comienzo de la transición de guerrilleros a la vida civil en el departamento del Cauca. Fueron en total cuatro fotografías que mujeres víctimas y excombatientes describieron a partir de sus realidades, resultado de experiencias y anhelos.
Gran parte de las excombatientes manifestaron sentirse reflejadas en las fotografías, sus pensamientos se transportaron al pasado para permitirle a la mente y al corazón recordar personas y espacios que extrañan. Algunas de sus intervenciones giraron en torno a que la cocina o rancha era un lugar de encuentro, las improvisadas habitaciones eran espacios para soñar con un futuro incierto pero anhelado y, finalmente, los más pequeños convertidos en nuevos integrantes traían consigo esperanza y alegría. Realidades de mujeres hiladas por diversos factores, que hoy las convierten en luchadoras por la reconciliación.
Ellas han encontrado en el arte y la cultura, herramientas de transformación social para propiciar escenarios de participación y construcción de paz. El dolor y el sufrimiento no hacen parte de su presente, le apuestan a una nueva forma de vida. El futuro les inquieta porque junto a ellas existen nuevas generaciones que quieren integrase a la sociedad, no están preparadas para los señalamientos, aunque están dispuestas a luchar con acciones no violentas para que algún día cercano la sociedad las abrace con oportunidades y equidad.
Además, las participantes dibujaron momentos de vida que desearían tener en sus álbumes de recuerdos, convirtiéndose los trazos, figuras y mensajes en deseos que buscan el bienestar colectivo de todo un país que avanza en el camino de la paz. “Queremos ser parte de la realización de sus deseos, los sueños de las mujeres no pueden quedar en un papel, por el contrario, deben convertirse en hechos que permitan generar oportunidades y transformar vidas”, afirmó Gustavo Quintero, Alto Consejero para los Derechos de las Víctimas.
(Fotografías tomadas de Magnun Photos)