Más de 500 personas de las etnias Emberá Katío y Emberá Chami, emprendieron un camino de retorno hacia sus comunidades el pasado lunes 24 de septiembre. La jornada tuvo como primer punto de encuentro la Estación Tercer Milenio, lugar al que fueron llegando poco a poco, niños, adultos y adolescentes, quienes fueron recibidos por profesionales del Distrito y la Nación.
Aunque la lluvia retrasó la marcha hacia el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, no fue impedimento para que la población Emberá se organizará en medio de un anillo de seguridad creado por los funcionarios de la Alcaldía y entidades nacionales. Cada paso avanzado por el centro de la capital, integraba a una nueva familia que se sumaba al grupo de personas que regresarían a sus lugares de origen y abandonarían los paga diarios que durante años habitaron.
Transcurrían las 11 de la mañana cuando el grupo que marchaba, arribó al Centro de Memoria, Paz y Reconciliación. Allí se sumaron a los otros Emberá que se encontraban realizando el respectivo registro para ingresar al espacio destinado para el alistamiento, donde la música, el arte y la cultura fueron protagonistas.
En horas de la tarde, los 19 buses que esperaban a las afueras del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, fueron abordados por quienes emprenderían un viaje de aproximadamente 16 horas. En ellos fueron evidentes los sentimientos de felicidad y nostalgia, así como las expectativas por este nuevo comienzo.
Eran las 10 de la mañana del martes 25, cuando la caravana de buses que se aproximaba al corregimiento de Dokabú en Pueblo Rico, acaparó la atención de todos los habitantes del territorio. Allí, poco a poco fueron descendiendo los Emberás que por años vivieron en Bogotá a causa del conflicto armado interno en Colombia, siendo esperados por una multitud, que con aplausos y abrazos les dio la bienvenida.
Entonces, unas botas de caucho, eran ideales para emprender los extensos recorridos que los dirigiría hacia sus comunidades, razón por la que cada persona retornada recibió un par de la Alta Consejería para las Víctimas del Distrito. Las mulas y los ¨chochos¨, similares a los mototaxis, se convirtieron en los medios de transporte para llegar a los resguardos.
Así transcurrió la jornada del martes 25, quedando pendiente la entrega de kits comunitarios por parte del Distrito a cada una de las autoridades de las comunidades a donde llegaron personas retornadas. Entonces, a la mañana siguiente, los gobernadores territoriales, la Alta Consejería para las Víctimas del Distrito y la Unidad para las Víctimas, se encontraron para realizar la entrega oficial de los 470 kits compuestos por palas, machetes, martillo, puntillas, alambre de púas, entre otras herramientas necesarias para trabajar la tierra, y a la vez la elección de las semillas para cultivar y elementos necesarios para la siembra.
Durante el encuentro, cada uno de los funcionarios de la Alta Consejería explicó a las autoridades territoriales el objetivo del kit comunitario, como la veeduría que existiría por parte de la entidad distrital sobre el proceso de retorno Emberá.
Finalmente, quienes contaban con medios de transporte, trasladaron sus herramientas a los territorios, con el objetivo de iniciar procesos colaborativos y comunales que beneficien y generen desarrollo. Un retorno exitoso, que ahora tiene como meta, lograr la permanencia de estas familias en sus lugares de desarrollo, a partir del emprendimiento y auto sostenibilidad.