. Al caer el plástico de siete metros de altura, quedó descubierta la pared de colores con los dibujos y las frases que plasmaron víctimas de violencia sexual, en sus rostros se dibujaron las sonrisas de ellas, que dejaban ver la felicidad que las invadía.
Los aplausos de los asistentes no esperaron y surgieron los abrazos entre quienes a través del arte transformaron las vivencias dolorosas del pasado en el ‘Muro de la Esperanza’, un emotivo momento para inaugurar este mural que les permitió liberar sus temores y avanzar en sus procesos de sanación de lo vivido por la guerra.
“En un primer momento recordamos las violencias de las que hemos sido víctimas las mujeres en el marco del conflicto armado a lo largo del tiempo, sin embargo, resaltamos que a pesar de las cosas malas que nos han pasado podemos lograr algo positivo”, fue una de las primeras frases que compartió una de las participantes.
Palabras que se conectaron para construir poderosos mensajes de invitación a reflexionar sobre las marcas físicas y psicológicas de la guerra. Esas mismas marcas, convertidas en recuerdos y que se transforman para construir un mejor mañana.
Las capacidades individuales y colectivas de este grupo de mujeres, propician encuentros entre quienes tienen en común haber padecido el flagelo de la violencia sexual, para identificar nuevas oportunidades de construcción de sociedad, reconocimiento y resignificación.
Quienes estaban presentes, no esperaron para escribir emotivos mensajes en papeles de colores, que uno a uno fueron pegando en el mismo muro que se transforma en memoria de las víctimas de violencia sexual de la localidad de Bosa. “Siempre las admiraremos”, ”Respeto por la vida de las mujeres”, y “las mujeres no somos un fortín de guerra”, fueron algunos de los mensajes que se integraron a las historias expresadas en el mural.
Un proceso liderado por la Alta Consejería para las Víctimas del Distrito, “Que simboliza el significado de la violencia sexual en el marco del conflicto, como sus afectaciones no solo en Bogotá sino en Colombia. Este tipo de procesos son legados que no tienen ningún fondo político, sino que buscan construir país, porque este país y está sociedad la recuperamos entre todos y todas”, afirmó Gustavo Quintero, alto consejero.
Este mural no pasará desapercibido, porque allí las mujeres resaltan sus capacidades individuales y colectivas, para enseñarle a la ciudadanía que por medio del arte y la pintura, liberan sus temores e inician procesos sanadores, compartiendo frases como: “Con este muro representamos que tenemos esperanza y que todo puede ser diferente”, “Me siento orgullosa y es algo de superación para todas nosotras”, “vivimos experiencias muy bonitas y me llevo la alegría de poder compartir con personas que vivieron mi misma historia”.
Es así, como el Centro Local de Atención a Víctimas de Bosa, entrega a la ciudad un nuevo mural como acto simbólico de reconocimiento y dignificación a niñas y mujeres que han sido víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado interno del país, para que este sea medio de inspiración y punto de inicio a procesos de superación de vivencias difíciles.