La Etapa Reina, como fue denominada la última etapa de la ‘Vuelta a la Memoria’, recopiló los recorridos que se realizaron en cada etapa.
La iniciativa que adelantó durante este año la Alta Consejería para los Derechos de las Víctimas, a través de su Centro de Memoria, Paz y Reconciliación giró en torno a la reflexión del uso de la bicicleta como medio para conocer la ciudad y reconocer esos espacios en los que se llevan a cabo procesos transformadores en torno a la construcción de paz y la reconciliación.
En este décimo encuentro la Vuelta recorrió el occidente de Bogotá, desde su punto de salida en la Cámara de Comercio, pasando por el Terminal de Transporte, el barrio Modelia, hasta llegar a la Biblioteca Virgilio Barco. Allí los biciusuarios y biciusuarias disfrutaron de la presentación del documental ‘La luz que nos queda’ dirigido por Gloria Isabel Gómez Ceballos, que muestra apartes de lo que se vivió en el plebiscito y las generaciones de paz. También se presentó un video realizado por el colectivo Concienbíciate que recoge las experiencias de las rutas realizadas en cada una de las etapas.
“Lo que queremos es que como bogatonos y bogotanas y biciusuarios seamos más abiertos al tema de la paz y veamos cómo la bicicleta tiene mucho que ver en esto, el tener un comportamiento cívico en la bicicleta es hacer paz urbana, a eso es a lo que le estamos apostando. Le damos las gracias a Concienbíciate, a SUBAse a la bici, a biciPAZeando, a Paradas en los Pedales, a la Cámara de Comercio, que fue un gran aliado, y a todos los que han pedaleado por la paz, por creer y apostarle a esto. De aquí a 20 años es lo que nos va a tocar, pedalearle a la paz, en cada comportamiento nuestro, apostarle a construir un país mucho mejor del que nos dejaron a nosotros.”, expresó Ángela Anzola, Alta Consejera para los Derechos de las Víctimas, la Paz y la Reconciliación antes de iniciar la última rodada.
Cada etapa recorrida estuvo enfocada en un tema como la memoria relacionada con el conflicto armado, la paz, los oficios, el género, la infancia y la inclusión, entre otros. Así mismo, buscó que los ciudadanos conocieran a Bogotá de una forma diferente, reconociendo lugares marcados por la violencia, representativos de los oficios tradicionales que usan la bicicleta, emblemáticos de la historia de los derechos y en especial en los que tuvieron lugar encuentros en torno a la paz.